lunes, 14 de abril de 2008
Sharon Tate. Muerte de Pesadilla
A Tate la asesinó Susan Atkins con 11 puñaladas, de nada sirvieron los ruegos de Sharon por la vida de su hijo. Fue la limpiadora la que a la mañana siguiente encontró los cuerpos y llamó a la policia. Polanski se enteró de la noticia y viajó a Los Angeles en estado de shock y estuvo sedado de la cabeza hasta los pies durante cuatro días. Durante su funeral se reunieron todas las grandes estrellas de Hollywood del momento, la única ausencia fue Steve McQueen, uno de los más antiguos amigos de Sharon. Polanski jamás se lo perdonaría.Una década después de los asesinatos, su madre, Doris Tate, horrorizada por el creciente culto a los asesinos y ante la posibilidad de que cualquiera de ellos saliese bajo libertad condicional, se unió a una campaña para asegurarse de que siguiesen en prisión. Su perseverancia en poner en alerta al público sobre los defectos de las correccionales y su crítica ante ellas, fue catalizadora en parte de que se enmendaran las leyes criminales de California en 1982.
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